Ahora cada diputado pasará de ganar 1 millón 193 mil pesos netos al año a 1 millón 307 mil en 2026.
Después de que el Congreso aprobó incrementos en impuestos, servicios públicos y deuda, los diputados se regalaron algo mejor: un aumento de 113 mil pesos al año. Los representantes del pueblo decidieron representarse a sí mismos.
Cada diputado pasará de ganar 1 millón 193 mil pesos netos al año en 2025 a 1 millón 307 mil en 2026. Un aumento de 113 mil 739 pesos por legislador, más de lo que un trabajador con salario mínimo gana en todo un año.
El incremento aplica en todos los rubros: el sueldo base sube 62 mil pesos, el aguinaldo casi 7 mil, y como novedad, los diputados recibirán un seguro de vida institucional por casi 60 mil pesos.
Incluso el apoyo para aliviar el pago de ISR al aguinaldo se incrementa: de 64,587 a 67,785 pesos.
En otras palabras, mientras el Congreso aprobó aumentos de impuestos a refrescos y bebidas light, bebidas azucaradas, cigarros, videojuegos “violentos” y sueros orales como Electrolit, los legisladores mantienen su propio estímulo fiscal.
En un país donde cuatro de cada diez trabajadores viven con el salario mínimo, unos 8,500 pesos mensuales, los diputados se permitirán un bono superior a 100 mil pesos extra por servir al pueblo.
A eso se suma que la deuda pública superará los 20 billones de pesos, el equivalente a 150 mil pesos por mexicano.
Lo que quiere decir, que mientras el ciudadano pagará más impuestos y deberá más, sus representantes ganarán más también.
Con este acto, el discurso de mantener un gobierno con austeridad republicana parece todo, menos real. En los hechos, la clase política se blinda contra la inflación.
Aún pueden modificar este dictamen en el pleno de la Cámara de Diputados, aunque no han dado señales de que esa sea su intención.













