El papá de la artista, Mitch Winehouse, las acusó y señaló de robar objetos de su fallecida hija.
A casi 14 años de la muerte de Amy Winehouse, la cantante vuelve a estar en el ojo del huracán, pero no con motivo de su aniversario luctuoso o por el lanzamiento de música póstuma, sino por una disputa legal que involucra vestidos, botas icónicas e incluso un par de zapatillas manchadas de sangre de la famosa.
Y es que Mitch Winehouse, padre de la recordada cantante británica, presentó una denuncia ante la Corte Superior del Reino Unido, acusando a dos amigas cercanas de Amy, la estilista Naomi Parry y Catriona Gourlay, de vender más de 150 objetos personales de la artista en subastas realizadas en Estados Unidos entre 2021 y 2023.
Según Winehouse, las mujeres habrían obtenido cerca de 880.000 dólares sin informar ni pedir permiso al administrador legal del patrimonio, es decir Mitch Winehouse.
Entre las piezas subastadas destacan: el vestido de seda del último concierto de Amy en Belgrado, vendido por 229.000 dólares. Además de las botas que usó en la portada de su álbum Frank, adquiridas por alrededor de 18.000 dólares.
Según medios británicos, unas zapatillas de ballet manchadas de sangre, fotografiadas durante un episodio violento en 2007, subastadas por unas 3.000 libras.
Para Mitch Winehouse, la cantidad de objetos es simplemente inconcebible: “Supongo que, siendo tan cercanas, Amy pudo haberles regalado algunas cosas. Pero 150 artículos… no puedo creerlo”.
Su abogado asegura que la estilista Naomi Parry habría influido en él para realizar una subasta oficial sin mencionar que, por su cuenta, también estaba consignando otras piezas de Amy.
La defensa de las amigas de Amy sostiene que la mayoría de los objetos estaban en su posesión antes de la muerte de la cantante, como regalos personales que la cantante les dio durante su convivencia en Camden Town.
El tribunal deberá determinar ahora si las mujeres tenían derecho a venderlos o si, como sostiene Mitch Winehouse, obtuvieron ganancias indebidas.
El padre de Amy dijo estar dispuesto a retirar la demanda si ellas donan al menos el 30% de las ganancias, su intención es usar ese dinero para apoyar la Amy Winehouse Foundation y construir una escuela en Santa Lucía, en el Caribe.
