-Diputados convierten sesión solemne en ring político
Ni la solemnidad ni la presencia de invitados internacionales lograron contener la confrontación. En la última sesión del año, la Cámara de Diputados se transformó en un escenario de pleito abierto entre legisladores del PAN y Morena, con acusaciones cruzadas que desbordaron el protocolo parlamentario.
El detonante fue el discurso del panista Germán Martínez Cázares, quien acusó al gobierno de imponer una narrativa única sobre los derechos humanos, con alusiones indirectas al expresidente Andrés Manuel López Obrador. Sus críticas alcanzaron al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y a la fiscal general Ernestina Godoy, a quienes responsabilizó de la inseguridad y de promover persecución política.
Las palabras encendieron a la bancada oficialista, que respondió con gritos de “¡Hijos de Borolas!”, en referencia a Felipe Calderón. La presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán, intentó restablecer el orden, pero la tensión escaló.
La morenista Yoloczin Domínguez Serna acusó al PAN de representar un “narcogobierno” y calificó como error político haber permitido la entrada de Germán Martínez a la 4T. Entre aplausos y consignas de su bancada, defendió el respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum, subrayando acciones en favor de mujeres, desaparecidos e inclusión social.
Previo al enfrentamiento, otros partidos habían fijado postura sobre derechos humanos: Movimiento Ciudadano pidió visibilizar a personas con discapacidad; el PRI urgió atender violencia y desapariciones; el PT defendió avances del actual gobierno; y el Verde recalcó que los derechos humanos son “atributos intrínsecos, no concesiones”.
La sesión concluyó con la clausura del periodo ordinario, marcado por la intensidad y la confrontación, dejando claro que la polarización seguirá dominando el debate legislativo en 2026.














