El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) ha dado un giro radical a su sistema de acceso a créditos hipotecarios, eliminando el tradicional requisito de 1,080 puntos y sustituyéndolo por el Modelo T100. Este cambio fundamental busca democratizar la adquisición de vivienda, haciendo el proceso mucho más ágil y accesible para miles de trabajadores mexicanos. La medida, anunciada oficialmente por la presidenta Claudia Sheinbaum, marca un hito en la política de vivienda social del país y responde a la necesidad de ofrecer soluciones habitacionales más inclusivas.
La principal novedad del Modelo T100 radica en la drástica reducción del puntaje necesario, fijándolo ahora en solo 100 puntos. Pero la verdadera transformación se encuentra en los requisitos simplificados y enfocados en sectores prioritarios. Para calificar bajo este nuevo esquema, los solicitantes deben cumplir tres condiciones esenciales: contar con un empleo formal activo, tener ingresos que no superen los 2 salarios mínimos (equivalentes a $18,718 MXN) y, crucialmente, no poseer ya una vivienda propia. Este enfoque subraya el compromiso de beneficiar a los trabajadores con menores recursos y a quienes buscan su primera casa.
Una de las aristas más celebradas de esta reforma es la inclusión de los trabajadores jóvenes. Anteriormente, la acumulación de puntos podía significar una larga espera para los recién incorporados al mercado laboral. Ahora, el modelo T100 permite que los jóvenes puedan solicitar un crédito con tan solo seis meses de antigüedad laboral, un plazo significativamente menor. Esta facilidad no solo agiliza el camino hacia la independencia y el patrimonio para las nuevas generaciones, sino que también incentiva su permanencia en la formalidad laboral al ofrecerles beneficios tangibles a corto plazo.
En resumen, el lanzamiento del Modelo T100 no es solo una modificación administrativa del INFONAVIT, sino una estrategia de política pública con un profundo impacto social. Al derribar la barrera de los 1,080 puntos y simplificar los criterios de elegibilidad, la institución busca reducir la brecha habitacional y garantizar que más familias mexicanas, especialmente aquellas con ingresos limitados y jóvenes trabajadores, puedan convertir el sueño de la vivienda propia en una realidad cercana. Este cambio, impulsado por la administración actual, promete inyectar dinamismo al sector y mejorar la calidad de vida de la clase trabajadora.
