Compareció “El Narco de Narcos” ante el juez Frederick Block en una audiencia de seguimiento.
Estados Unidos sigue analizando si pedirá o no la pena de muerte para Rafael Caro Quintero, ex líder del Cártel de Guadalajara y que está sometido a proceso en la corte federal de Brooklyn, Nueva York.
La fiscalía estadunidense prepara parte de las grabaciones de la tortura y asesinato del ex agente de la brigada antidrogas, Enrique Kiki Camarena, hace 40 años.
El juez Frederick Block estableció que el mexicano deberá volver a la corte el próximo 18 de septiembre a las 11:00 horas para seguir con sus procedimientos.
Quintero apareció con una playera beige de manga corta y un pantalón del mismo color en su tercera audiencia, con el cabello completamente cano, sin barba y algo confundido al momento de entrar a la sala presidida por el juez Block.
“Seguimos produciendo archivos y revisando materiales, entre ellos está la grabación de la tortura del agente Camarena, se trata de un tema sensible”, dijo la fiscal Saritha Komatiredy sobre el status del caso.
La fiscal explicó que cuentan con al menos 30 interceptaciones telefónicas, aseguramientos de mariguana, cocaína y metanfetamina y reportes de autopsias de asesinatos vinculados a la operación del Cártel de Guadalajara y el Cártel de Sinaloa.
Sin embargo Elizabeth Macedonio, abogada que encabeza la defensa de Caro Quintero, dijo que al tratarse de un caso complejo, investigado por diferentes jurisdicciones de autoridades estadunidenses y con delitos que pasaron desde hace 40 años, se trabaja en un paquete legal para convencer a la fiscalía de no seguir adelante con la presentación de un caso capital.
Macedonio, además, explicó que ya entregó algunas memorias externas a la fiscalía para que la próxima semana comience a entregarle parte de la evidencia que se tiene contra el mexicano, entre la que están las grabaciones de la tortura del agente especial Camarena, en 1985.
Finalmente solicitó al juez que pida a la fiscalía avanzar con procedimientos que permitan que Caro Quintero, quien está encerrado en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, pueda recibir visitas de sus familiares.
Rafael Caro Quintero está acusado por crimen organizado, tráfico de drogas y posesión de armas de fuego.
Se convirtió en uno de los objetivos prioritarios del Departamento de Justicia, al ser acusado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus sigas e inglés), como uno de los autores intelectuales y materiales del secuestro, tortura y asesinato del agente especial Enrique Camarena, Kiki, hace 40 años.
El panorama del R1 es complejo, pues, más allá de la gravedad de los cargos por narcotráfico, el gobierno estadunidense ha hecho énfasis en la responsabilidad del capo en el asesinato de Enrique Camarena, ex agente de la DEA.
Su proceso ha sido tomado por distintas agencias del Departamento de Justicia como bandera del “ajuste de cuentas” que le espera a aquellos que ponen en riesgo la salud de los estadounidenses. Previo a la audiencia de seguimiento, la defensa de Caro Quintero se reforzó con dos nuevas abogadas bilingües de Nueva York, ambas experimentadas penalistas y con reconocimientos relevantes en su trayectoria.
Una es la abogada Virginia G. Álvarez, fundadora de Alvarez NY Law; mientras que la otra es Cristina Álvarez, abogada socia de la firma Associate en Bloch & White LLP.















