La Fiscalía de Quintana Roo le puso fin a la pesadilla de dos mujeres colombianas que fueron enganchadas con la falsa promesa de un trabajo de danza en Turquía, pero terminaron siendo obligadas a prostituirse en el corazón del Caribe mexicano. Un cateo en el fraccionamiento Real Lucerna reveló el terrible engaño.
Las víctimas eran explotadas sin piedad: de los 4 mil pesos que se cobraban por sus servicios, a ellas solo les daban mil a la semana. Además, les impusieron una deuda exorbitante de 150 mil pesos por gastos de traslado, hospedaje y comida. Si no cumplían con la “cuota”, eran violentadas y amenazadas de muerte, obligadas a trabajar de lunes a domingo.
Gracias a la Policía de Investigación y la Fiscalía especializada, estas mujeres ya están a salvo y serán repatriadas. Un aplauso para las autoridades que lograron desmantelar esta red de trata, recordándonos que no todo lo que brilla en el paraíso es oro.











