Los polis de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en su ronda de “a ver qué encontramos”, se toparon con una verdadera “caja de Pandora” en el poblado de Loma Blanca. ¡Y no, no era un tesoro de oro!
Resulta que, debajo de un árbol, en el cruce de la carretera Juárez Porvenir y calle Manuel Belmonte (¡por si quiere ir a buscar más!), encontraron unos chalecos tácticos, unas mochilas sospechosas y una cobija… ¡como si alguien se hubiera ido de picnic y se le olvidó todo! Pero al acercarse, ¡sorpresa! Era un arsenal tan grande que ni el mismísimo Rambo se atrevería a usar en solitario. Había dos fusiles de asalto (uno bien “tuneado” en negro y dorado), siete cargadores, 41 granadas de fusil (¡sí, CUARENTA Y UNA!), dos chalecos antibalas (¡por si les regresaban el saludo!), y una cantidad de balas y cartuchos que darían para varias guerras de barrio.
Los polis, más listos que un coyote en gallinero, ya le entregaron las granadas a la SEDENA (¡que ellos saben de esas cosas!), y el resto del juguetito bélico a la Fiscalía General de la República para que investiguen de quién era la “colección”. ¡Quién sabe qué maleante iba a armar la fiesta con tanto poder de fuego, pero lo bueno es que ahora está todo bajo resguardo! ¡Loma Blanca, el lugar donde hasta los árboles esconden sorpresas mortales!
