Se ha dado a conocer que en el corazón del Caribe mexicano, donde el golf parece respirar con el viento, Mayakoba ha vuelto a vibrar. Sobre todo y no únicamente con el golpe certero de las mejores golfistas del mundo, sino con el eco de un sueño que parecía lejano y hoy es una realidad que se construye con pasión, visión y raíces familiares profundas. México Riviera Maya Open at Mayakoba es una realidad.
Tras el regreso de la LPGA a México tras ocho años de ausencia hay más que una negociación estratégica, hay una historia que se cuenta en dos generaciones: la de Gustavo Santoscoy padre y su hijo, Gustavo Santoscoy; joven ejecutor meticuloso, racional y determinado a demostrar que México puede no solo recibir al mejor golf del planeta, sino también producirlo.
México Riviera Maya Open at Mayakoba no es solo un torneo de golf, es una plataforma de crecimiento. A través de una alianza con XUNTAS, se ha logrado que jóvenes mexicanas, aún en formación, vivan la experiencia de competir hombro a hombro con las mejores del mundo.
Santoscoy lo tiene claro: “Una nota negativa no es solo un golpe al torneo, es un golpe al destino, al país”. Por eso cuidan cada detalle como si fuera personal, porque lo es. Y porque tienen claro que México no es menos que nadie.
El regreso de la LPGA a Mayakoba no es solo un logro deportivo o logístico: es un acto de reivindicación. Es la confirmación de que México tiene talento, estructura, visión y sobre todo corazón para ser sede de los mejores eventos del mundo. Y más aún, para inspirar a nuevas generaciones a soñar en grande.
Del 22 al 25 de mayo no solo se juega golf en Mayakoba. Se juega historia. Se juega el presente y futuro. Se juega una nueva narrativa para nuestro país en el mapa internacional del deporte femenil.
