Comenzó la Semana Santa y la Secretaría de Salud está extremando las medidas de prevención ante una posible propagación del brote de sarampión.
La alarma saltó hace aproximadamente un mes, cuando se detectaron los primeros 22 casos, 18 en Chihuahua y cuatro en Oaxaca, que ha permanecido estable. Salud lanzó entonces un aviso epidemiológico a todos los hospitales para que mantuvieran la vigilancia, que están extremando ahora con la recuperación de las Semanas Nacionales de Vacunación, unas jornadas intensivas de prevención que no se utilizaban prácticamente desde la pandemia y que se llevarán a cabo entre el 26 de abril y el 3 de mayo.
El secretario ha insistido este miércoles en la necesidad de que la gente se vacune, sobre todo ahora que vienen las vacaciones y, especialmente, “las personas que viajan a Estados Unidos, donde hay muchos más casos de sarampión” que en México, ha apuntado. La cuestión fronteriza es un problema de primer orden. Texas padece un brote de sarampión sin parangón en los últimos años. Hasta la fecha, acumula 561 casos confirmados, que ascienden a 712 si se incluye al resto del territorio nacional. Las autoridades han contabilizado siete brotes en total, un estatus que se adquiere a partir de que se localizan tres o más casos de contagio relacionados entre sí, y dos niños han fallecido como consecuencia de la enfermedad: las primeras muertes en menores en 22 años, en una década si se incluye a la población adulta.
El actual brote en Chihuahua, de hecho, tuvo su origen en un viaje a Texas. En sendos lados de la frontera, los casos se registraron en comunidades religiosas con tendencia a rechazar la vacunación, lo que las convierte en blanco de estos brotes periódicamente
Son los niños los que se llevan la peor parte. Los síntomas de la enfermedad se presentan con mayor agresividad en ellos, por lo que son quienes enfrentan mayores riesgos en caso de contraerla. Debido a que se trata de una infección altamente contagiosa, la tasa de inmunización para que una población sea resistente debe estar por encima del 95%, pero en el caso de México, en 2022 y 2023 descendió hasta el 85,8% entre los niños mexicanos de un año (tras haber alcanzado el 99% en promedio en 2021). Entre los de 6 años, la media nacional se sitúa en 82,5% y, para los de 18 meses, en 45,6%, según los datos de la Comisión Nacional para la Salud de la Infancia. En Chihuahua, sin embargo, las cifras descienden considerablemente, hasta un 76,1%, un 78,2% y un 21,2%, respectivamente.











