La esperanza de una familia se tornó en tragedia tras una jornada de búsqueda encabezada por el colectivo Madres Buscadoras de Nogales, en el predio conocido como La Comaya, en Nogales, Sonora. El resultado fue el hallazgo de un cuerpo masculino en avanzado estado de descomposición, el cual vestía un bóxer azul y pantalón del mismo color. La víctima presentaba distintivos tatuajes de estrellas en ambos pectorales y hombros, lo que podría ser clave para su identificación.
El descubrimiento se dio durante un recorrido en terrenos irregulares, una constante en la incansable labor de estas mujeres que, ante el abandono de las autoridades, han asumido el rol de investigadoras. Aunque aún no se confirma la identidad del hombre encontrado, su descripción ya ha sido difundida con la esperanza de que alguien lo reconozca. La escena reaviva el doloroso panorama de los desaparecidos en Sonora, donde cada hallazgo trae alivio y dolor en la misma medida.











