El sucesor de Pedro, el papa Francisco, quien está convaleciente por una infección respiratoria, apareció por sorpresa en la basílica de San Pedro para observar los resultados de la restauración de la zona de Cátedra y saludar a los restauradores, antes de detenerse a rezar en la tumba de san Pio X.
Francisco llegó en silla de ruedas alrededor de las 13:00 a la basílica, donde encontró a un centenar de fieles muy emocionados que acudieron a saludarlo y ser bendecidos.
El papa, que bendijo a varios niños y a grupos enteros de peregrinos que han viajado a Roma con motivo del Jubileo, se detuvo con algunos restauradores que estaban trabajando en estas últimas horas antes de la presentación a la prensa de mañana de las obras de restauración de esa parte de la basílica vaticana.
El papa entró en la basílica por la Puerta de la Oración, la más cercana a la Casa Santa Marta, donde se encuentra pasando la convalecencia después de haber sido dado de alta tras 38 días ingresado por una grave infección respiratoria.
Y luego rezó durante menos de diez minutos ante la tumba de Pío X, un pontífice al que siempre ha dicho que se siente muy cercano y ante el que ya acudió a rezar el domingo pasado, explicó el portal vaticano.
El papa había reaparecido también por sorpresa el pasado domingo al final de la misa del Jubileo de los enfermos para dar una bendición y saludar a los fieles, después de haber sido dado de alta el 23 de marzo.











