Una escena de horror se vivió en la comunidad de Cuctiepa, municipio de Tumbalá, Chiapas, luego de que un hombre atacara brutalmente con un machete a sus propias tías. Juana “N” había acudido a visitar a sus padres cuando fue sorprendida por su sobrino, quien, sin motivo aparente, la agredió con el arma blanca. Su hermana intentó intervenir para defenderla, pero recibió un machetazo en la cabeza que le quitó la vida en el acto. En medio del caos, otra tía del agresor, Juanita, trató de contenerlo, pero él le cercenó la mano derecha antes de huir del lugar.
Los vecinos, al enterarse del crimen, se movilizaron rápidamente y localizaron al atacante escondido entre unos matorrales. Fue detenido y entregado a la Fiscalía de Yajalón para que se le procese por feminicidio y tentativa de homicidio. En medio del dolor y el espanto, una imagen conmovió profundamente a la comunidad: el perro de la mujer asesinada, su fiel compañero, fue visto recostado sobre su espalda, con la cabeza apoyada en ella, como si velara su cuerpo. Vecinos relataron que el lomito no se separó de su dueña ni después de la muerte, en un gesto que dejó una profunda huella de tristeza entre quienes presenciaron la escena.
