Un desgarrador suceso ha conmocionado a Acuña, Coahuila: un adolescente de apenas 13 años, identificado como José Eduardo Álvarez, tomó la fatal decisión de dispararse en la cabeza con una pistola 9 mm, luego de que su madre le quitara el celular y lo enviara a limpiar su cuarto. El menor, cegado por la ira, se encerró en el baño de su casa y, sin que nadie pudiera detenerlo, terminó con su vida en un instante.
La madre, destrozada, se culpa por lo sucedido, mientras en redes sociales estalla la polémica sobre la crianza, el acceso a las armas y la salud mental en los adolescentes.











