El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, designó al fentanilo como una “arma de destrucción masiva” y anunció la reactivación de una antigua condecoración militar para reconocer a efectivos que, afirmó, defienden la frontera con México del narcotráfico y la migración irregular. La distinción fue creada originalmente para soldados que combatieron a las fuerzas de Pancho Villa a inicios del siglo XX.
Durante una ceremonia en la Casa Blanca, Trump firmó una orden ejecutiva que eleva al opioide sintético al rango de amenaza estratégica, al sostener que su impacto supera al de cualquier arma convencional. Aseguró que el fentanilo provoca entre 200 mil y 300 mil muertes anuales, aunque cifras oficiales del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades sitúan las muertes por sobredosis entre 70 mil y 80 mil al año.
El documento señala que el fentanilo podría ser utilizado como instrumento de ataques terroristas a gran escala y advierte sobre la responsabilidad de dos cárteles en su distribución dentro de Estados Unidos, sin mencionar explícitamente a México. En su discurso, Trump afirmó que la frontera suroeste del país se encuentra bajo control de organizaciones criminales que calificó como “entidades extremadamente violentas”.
El mandatario reiteró que su administración ha reducido el tráfico marítimo de drogas y volvió a advertir sobre posibles acciones directas contra narcotraficantes en otros países. Al calificar al fentanilo como una amenaza militar, Trump sostuvo que sus adversarios buscan deliberadamente dañar a la población estadounidense, elevando el tono de confrontación en el discurso de seguridad nacional.











