-Durante un podcast, el dueño de la panadería Green Rhino menospreció los panes hechos en México.
Richard Hart, panadero británico con trayectoria internacional y fundador de la panadería Green Rhino en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, se convirtió en blanco de duras críticas luego de que se viralizara un fragmento de una entrevista donde menospreció el pan mexicano.
Durante un podcast, el británico señaló que en México no existe la cultura del pan, donde también lanzó comentarios que fueron interpretados como despectivos y desinformados: calificó al bolillo como “pan feo”, dijo que la harina nacional era de mala calidad y aseguró que el pan dulce mexicano ni es pan, es pastel.
Estos comentarios dichos en 2024 y salieron a la luz recientemente en redes sociales y causaron indignación inmediata. Usuarios acusaron a Hart de gentrificar no solo la Roma, sino también el pan. El enojo fue tan grande que la cuenta oficial de Green Rhino en Instagram tuvo que desactivar los comentarios.
Ante la presión, Hart publicó una disculpa abierta: “He escuchado la conversación en redes y he leído sus mensajes. Quiero ofrecer una disculpa clara y sincera. Me equivoqué, y lo lamento profundamente”.
El panadero reconoció que sus palabras no reflejaron el respeto que asegura sentir por México: “En este país soy un invitado y olvidé actuar como tal”. También aceptó que una disculpa no basta: “No espero que una disculpa borre el agravio causado, pero sí quiero asumir la responsabilidad de aprender y corregir”.
Green Rhino, su nuevo proyecto ubicado en la colonia Roma, fue inaugurado apenas en junio de 2025. La apertura del local en una zona con creciente presencia extranjera y fuerte gentrificación, había generado ya algunas críticas. Las declaraciones de Hart terminaron por avivar esa conversación.
Hart no es cualquier panadero: trabajó en la influyente Tartine Bakery de San Francisco y cofundó Hart Bageri en Copenhague junto al chef René Redzepi, de Noma. Su llegada a México había sido vista como una apuesta ambiciosa. Pero sus palabras lo pusieron en el centro del fuego.
El episodio generó un efecto inesperado: la defensa colectiva del pan mexicano. Desde memes hasta reflexiones profundas sobre el valor del bolillo, las tortas, las conchas y las piezas de panadería tradicional, la conversación giró hacia el orgullo gastronómico nacional.
Aunque Hart asegura que su intención nunca fue ofender, el daño ya está hecho. Ahora enfrenta el reto de reconstruir una relación con el país donde eligió abrir su panadería.
