El Gobierno federal anunció la implementación de la estrategia “Apapachos del Bienestar” en el ISSSTE, una iniciativa que busca brindar acompañamiento emocional a pacientes mediante una línea telefónica dedicada. La propuesta parte de la premisa de que la atención médica no solo depende de la ciencia y la técnica, sino también del apoyo psicológico durante el proceso de enfermedad.
La medida generó reacciones inmediatas. Mientras algunos sectores consideran que el acompañamiento emocional puede ser un recurso útil en momentos de vulnerabilidad, otros señalaron que la iniciativa resulta insuficiente ante los problemas estructurales del instituto, como el desabasto de medicamentos y la falta de personal especializado.
Diversas voces dentro del sector salud apuntaron que, si bien el apoyo emocional es relevante, no puede sustituir la atención médica de calidad ni resolver las carencias operativas. Especialistas advirtieron que el reto principal sigue siendo garantizar tratamientos completos, suministro continuo de fármacos y tiempos de consulta adecuados.
La presentación del programa desató un debate más amplio sobre las prioridades del sistema público de salud. Para críticos y usuarios, la iniciativa refleja un intento de cubrir fallas profundas con soluciones simbólicas; para sus defensores, representa un complemento necesario en el trato a pacientes que enfrentan enfermedades de alto impacto emocional.











