El terror se apoderó de la colonia Villa de las Palmas, en Atizapán de Zaragoza, cuando dos empleados de una estación de gas L.P. fueron brutalmente ejecutados junto con un perro que los acompañaba. Testigos relatan que tras escuchar múltiples disparos, un auto y una motocicleta salieron huyendo del lugar a toda velocidad, dejando tras de sí una escena dantesca.
Los cuerpos de las víctimas quedaron tendidos en el suelo, uno de ellos aún sujetando la manguera despachadora de gas. La desesperación se hizo presente cuando una mujer, entre gritos y llanto, exigía ver si uno de los fallecidos era su hijo, mientras las autoridades intentaban contenerla. Además, testigos denunciaron intimidación y abuso de poder por parte de la policía, quien obligó a fotógrafos a borrar imágenes de la escena.
