En Tultepec, Edoméx, la muerte del veterinario Héctor Hernández Cañas ha conmocionado al gremio médico y la sociedad en general.
Héctor, con 17 años de experiencia, atendió a una perrita Yorkshire que no logró sobrevivir debido a complicaciones de salud tras una cirugía. Sin embargo, días después fue víctima de un ataque con arma blanca que resultó fatal.
Las autoridades investigan si este hecho podría estar relacionado con las tensiones surgidas tras la pérdida de la mascota, situación que escaló en redes sociales con acusaciones difamatorias y amenazas contra Héctor por parte de los dueños de la perrita.
Colegas y asociaciones veterinarias han condenado enérgicamente los actos de violencia y exigido justicia, subrayando la importancia de ejercer la medicina veterinaria en entornos seguros y libres de agresiones.
Organismos como la Asociación Mexicana de Hospitales Veterinarios (AMHVET) han llamado a la reflexión sobre el uso responsable de redes sociales, pues las campañas de desinformación y acoso pueden derivar en tragedias como esta.
Por el momento, las autoridades continúan recabando pruebas para esclarecer los hechos.
