Lo que debía ser una comida cualquiera terminó en un episodio aterrador para una consumidora en Campeche, quien al abrir su pedido encontró entre los alimentos una quijada con apariencia humana. El hallazgo provocó inmediata consternación y obligó a dar aviso a las autoridades sanitarias, que aseguraron la pieza para su análisis y determinar su origen.
El caso rápidamente se viralizó en redes sociales, donde usuarios cuestionan la cadena de suministro, señalan posibles fallas en los controles de higiene y exigen una postura firme de la empresa implicada. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer lo sucedido y garantizar que no exista riesgo para la población. La conversación sigue creciendo, con llamados urgentes a reforzar la supervisión sanitaria para evitar que un hecho similar vuelva a repetirse.
