El Gobierno de Australia ha anunciado este miércoles 30 de julio que YouTube deberá cumplir con las nuevas restricciones de edad impuestas a las redes sociales, obligando a que los titulares de cuentas tengan al menos 16 años. La medida entrará en vigor el próximo 10 de diciembre y revierte la excepción concedida a la plataforma en noviembre de 2024, cuando se aprobaron las primeras leyes para limitar el acceso de menores a plataformas digitales.
Aunque los niños podrán seguir viendo contenidos, no podrán tener cuentas propias en YouTube, al igual que en otras plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok y X (antes Twitter).
En junio, sin embargo, un informe del organismo regulador australiano de internet recomendó al Ejecutivo revocar la exención propuesta para YouTube, tras determinar que el 37% de los niños de entre 10 y 15 años informaron haber visto contenido perjudicial en la plataforma, una cantidad mayor que en otras redes sociales.
La decisión del Gobierno de Australia ha sido criticada por YouTube, que afirmó que esta medida «revierte un compromiso público claro de excluir a YouTube de esta prohibición». La plataforma defendió que comparte «el objetivo del Gobierno de abordar y reducir los daños en internet», pero matizó: «YouTube es una plataforma para compartir vídeos con una biblioteca de contenido gratuito y de alta calidad, cada vez más vista en las pantallas de televisión. No es una red social».











