El nombre de la periodista Adela Micha se convirtió en tema de conversación nacional luego de que se difundieran en redes sociales acusaciones que la señalan de haber cercado y apropiado presuntamente 2 mil 800 metros cuadrados del Bosque de Chapultepec, una de las áreas verdes más importantes de la Ciudad de México.
Las acusaciones contra la comunicadora comenzaron a circular en redes sociales a principios de octubre, cuando usuarios y supuestos vecinos difundieron publicaciones donde aseguraban que Micha habría cercado un terreno de más de 2800 metros cuadrados colindante con su propiedad.
Según esas versiones, el área afectada pertenece al Bosque de Chapultepec, lo que provocó inconformidad por tratarse de un espacio público con gran valor ambiental e histórico.
Sin embargo, ninguna autoridad ambiental o catastral ha confirmado la información, y los señalamientos se han basado principalmente en videos y publicaciones sin documentación verificable.
Y es que hasta ahora no hay registros oficiales que comprueben una apropiación ilegal; no han presentado evidencia notarial o catastral ante las autoridades.
El Bosque de Chapultepec es uno de los espacios naturales más emblemáticos de la capital mexicana. Considerado el “pulmón verde” de la ciudad, alberga museos, áreas culturales, zoológicos y lagos que cada año reciben millones de visitantes.
Debido a su relevancia ambiental y social, cualquier denuncia de invasión o privatización genera alarma pública, especialmente cuando involucra a figuras reconocidas.
El caso de Adela Micha ha despertado debate sobre los límites entre la propiedad privada y la protección del patrimonio ecológico de la Ciudad de México.
Al ser cuestionada sobre las acusaciones, Adela Micha negó haber invadido o apropiado indebidamente terrenos del bosque y aclaró que su propiedad no coincide con las dimensiones que se le atribuyen.
La comunicadora explicó que cuando adquirió el terreno, hace aproximadamente 15 años, el área colindante se encontraba en condiciones precarias, con cuevas y personas viviendo en el sitio, lo que representaba un riesgo para su familia.
“Yo no tengo un jardín grande. Es muy chiquito. Cuando compré ese terreno, había muchas cuevas y gente que se metía a mi casa a robar. Me comprometí a cuidar el bosque, eso es todo”
Según su versión, su intervención no tuvo fines de apropiación, sino de protección y limpieza del entorno, descartando haber cercado espacio público con fines personales.
Después de que la periodista asegurara que no ha sido notificada de ninguna demanda formal, el tema alcanzó la conferencia matutina de Claudia Sheinbaum. Frente a las cámaras, la mandataria afirmó que no conocía el caso a detalle, pero se comprometió a revisar la situación y ofrecer un informe sobre las propiedades que forman parte del área natural protegida.
Por ahora el caso continúa en etapa de especulación, sin denuncias formales confirmadas ni evidencia pública. Sin embargo, el interés social y político que ha despertado asegura que las investigaciones seguirán su curso en los próximos días.













