Por primera vez en la historia educativa de Puebla, las estudiantes pueden elegir entre falda o pantalón para su uniforme escolar. Esta medida, implementada al inicio del actual ciclo escolar, representa un avance hacia la equidad de género, buscando empoderar a las niñas y crear un entorno más inclusivo desde sus primeras etapas de formación. Es un cambio significativo en las normativas tradicionales que ha sido bien recibido.
En tan solo las primeras semanas, más de 500 alumnas ya han optado por el pantalón. Este dato demuestra que existe una demanda por opciones más cómodas y funcionales, además de reflejar la aceptación de la comunidad escolar hacia normas de vestimenta más flexibles. Este cambio, aunque simple, tiene un impacto positivo y significativo en la vida diaria de las estudiantes, ofreciéndoles mayor comodidad.
Esta decisión va más allá de un simple ajuste en la vestimenta; es un paso firme hacia la igualdad. Al permitir que las niñas elijan su uniforme, se eliminan estereotipos de género y se les permite participar más libremente en sus actividades escolares y recreativas. Expertos y defensores de los derechos de la infancia han aplaudido la medida, considerándola un ejemplo a seguir para construir una sociedad más justa.











